martes, octubre 25, 2005

Profecías de S. Malaquías (1ª parte)

Las llamadas profecías de San Malaquías son una serie de divisas cortas atribuidas a San Malaquías (S. XII aprox.) y dirigidas a cada uno de los papas que se irán sucediendo, desde Celestino II hasta el fin de los tiempos. Según estas profecías, teóricamente el último Papa será Benedicto XIV, tras el cual algo catastrófico parece que puede producirse tras la llegada de un personaje llamado Pedro el Romano.



BREVE BIOGRAFÍA

¿Quién fue San Malaquías? Malaquías Maelmhaedhoc O’Morgair (1094-1148) fue arzobispo católico de Armagh, por lo que se le suele conocer como S. Malaquías de Armagh o S. Malaquías de Irlanda.

Tras intentar restablecer la pureza de la doctrina en la Iglesia irlandesa, persiguiendo toda desviación de la moral y la fe, decide viajar a Roma para pedirle al Papa palios para algunas sedes apostólicas.

Cuenta la tradición que en 1139, durante el viaje a Roma, le fueron reveladas las famosas profecías que llevan su nombre, al ver la situación de dependencia señorial y corrupción que sufría el Papado. Cuando se dirigía a Roma, se encontró con San Bernardo en Clairvaux.

El 2 de noviembre de 1148 falleció en brazos de San Bernando en Clairvaux (que relata como San Malaquías profetizó el día exacto de su muerte) cuando estaba llevando a cabo su viaje hacia Roma y sin haber podido volver a pisarla, tal como era su deseo.



LAS PROFECIAS

Como decíamos en el apartado anterior, se supone las profecías le fueron reveladas durante el viaje a Roma de 1139, y son dos: una se refiere al futuro de Irlanda y la otra, más conocida, a la sucesión de Papas que ostentarán el báculo desde Pedro hasta el final de los tiempos.



LA PRIMERA PROFECIA

También conocida como profecia de Irlanda. Trata sobre el futuro de la tierra natal de San Malaquías, Irlanda. En ella se cuenta como sería conquistada por los ingleses y perseguida durante muchos siglos (algunas fuentes señalan que siete), aunque también narra la victoria final irlandesa y su importancia a la hora de extender posteriormente el catolicismo por Inglaterra.

Esta profecía se conoce gracias al testimonio de un monje benedictino que vivió en el siglo XVII, Dom Mabillon, que la habría leído en una obra antigua guardada en Claraval o Clairvaux, donde se supone que murió, que no se ha encontrado de momento. Lógicamente surgen las dudas de si realmente el monje copió dicha profecía de un documento más antiguo, lo que le otorgaría la credibilidad necesaria o si fue éste, tras el surgimiento del protestantismo, el que la inventó.



LA SEGUNDA PROFECIA

La segunda profecía es la más conocida y en ella se recoge la sucesión de Papas que existirán desde Celestino II hasta el final de la Iglesia como tal (o al menos, esa es la interpretación más común que se ha dado a este listado).

La primera noticia que se tiene de ella es del año 1595, ya que un monje benedictino llamado Arnold de Wyon la publica en su obra Lignum Vitae, aunque el autor parece ser un español, también benedictino, llamado Alfonsus Ciacconius, haciendo referencia a su vez a un opúsculo de los varios que según este autor escribió San Malaquías y que se supone que el autor del libro conocería.

El primer documento en el que se basó el benedictino para copiar en su obra el listado de Papas supuestamente se conserva, o en algún momento estuvo, en el Archivo Secreto Vaticano. (wikipedia)Son 111 "lemas" o pequeñas frases que simbolizan algún aspecto reseñable de cada Papa, y lo identifican o deberían identificarlo inequivocamente frente al resto. El 112 sería una especie de apostilla final que no se sabe muy bien si se refiere a un Papa en concreto, el último Papa, o a una especie de epilogo para cerrar la lista. Como suele ocurrir en estos casos, el problema suele ser la interpretación. Un mismo lema puede ser interpretado de diversas formas y si se hace un esfuerzo, al no existir un criterio concreto de cómo o en qué aspectos de cada Papa debe ser aplicado, es probable que se encuentre una relación con el Papa en cuestión una vez conocido este. Por la misma razón es casi imposible predecir cuál es el Papa que vendrá después solamente con la frase adjudicada al siguiente. (wikipedia)Es curioso observar que algunos de los llamados antipapas también aparecen en el listado de San Malaquías.

Lógicamente existen grandes dudas sobre si esta profecía proviene efectivamente de San Malaquías, o se trata de una invención posterior. Es extraño comprobar que hasta ahora no se haya encontrado ningún escrito de San Bernardo, su biógrafo, en el que se cite esta profecía como obra de San Malaquías. Aunque no debe perderse de vista que si realmente dicha profecía se escribió durante el viaje a Roma y se quedó en esta ciudad, custodiada por el Papa, no sería raro que el propio San Bernardo no estuviera enterado de la existencia del escrito.

Algunos afirman que la profecía es del propio Nostradamus, y que posteriormente y por equivocación se adjudicó a San Malaquías.

Algunos afirman que la profecía es del propio Nostradamus, y que posteriormente y por equivocación se adjudicó a San Malaquías

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LA TERCERA PROFECIA


San Bernardo relata que en San Malaquías profetizó con acierto el día exacto de su muerte (el 2 de noviembre)